La culpa me circunda el cráneo,
con un molesto sonido de humanidad ;
con un molesto sonido de humanidad ;
Fui yo quien desnuda se vertió entre tus dedos,
inundando habitaciones, venas y faringe;
He sido saliva y sangre,
mientras debí ser ráfagas de viento;
No me pidas regresar al origen,
cuando la partida quedó allá, en el inicio.
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